lunes, 11 de noviembre de 2013

Arritmias cardiacas

Ya sabemos que una de las causas de la parada cardiorrespiratoria es la fibrilación ventricular, un tipo de arritmia. Pero...qué es exactamente una arritmia?
 
Una arritmia es una alteración del ritmo cardiaco. Para entenderla mejor, primero tendremos que saber cómo funciona el corazón. Los latidos del corazón ocurren como consecuencia de unos impulsos eléctricos que hacen que las aurículas y los ventrículos se contraigan de forma adecuada, sincrónica y rítmica. La frecuencia cardiaca normalmente oscila entre 60 y 100 latidos por minuto, y responde a la siguiente secuencia:
  1. El impulso eléctrico del corazón se inicia en el nodo sinusal, emplazado en la aurícula derecha. 
  2. De ahí pasa por las aurículas al nodo aurículo-ventricular, situado en la unión de las aurículas con los ventrículos y llega a los ventrículos por el haz de His.
  3. Finalmente, este estímulo se conduce por los ventrículos a través del sistema Purjinke.
Entonces, por qué es causada una arritmia? Esta puede darse por tres motivos: cuando el impulso eléctrico no se genera adecuadamente, cuando se origina en un sitio erróneo, o bien cuando los caminos para la conducción eléctrica son alterados.
 
Las arritmias pueden tener diversos síntomas así como las palpitaciones, los mareos, los síncopes, el dolor torácico o la pérdida de conocimiento. Pero también pueden pasar inadvertidas y detectarse sólo cuando se realizan pruebas diagnósticas. La prueba diagnóstica de referencia es el electrocardiograma, pero tiene la desventaja de que sólo registra la actividad eléctrica cardiaca en el momento en que se está realizando; y por tanto sólo nos muestra si existen arritmias en ese momento.
En ocasiones pueden utilizarse otras pruebas como el Holter, que registra la actividad eléctrica cardiaca durante un periodo de tiempo más prolongado (uno o más días). Más raramente los Holter implantables, que se colocan debajo de la piel mediante una sencilla intervención quirúrgica, pueden llevarse durante años, y se reservan para pacientes en los cuales se sospechan arritmias graves que no se han podido detectar mediante otros métodos. Además, cuando se sospecha que existe una arritmia relacionada con el esfuerzo físico puede realizarse una prueba de esfuerzo.
 
En cuanto a su clasificación, distinguimos arritmias según su origen o por su frecuencia cardiaca. En la primera de ellas diferenciamos arritmias supraventriculares, originadas por encima del Haz de His; o ventriculares, originadas en los ventrículos. Atendiendo a su frecuencia; conocemos las taquicardias, si la frecuencia es mayor a 100 latidos por minuto; y las bradicardias, si la frecuencia es menor a 60 latidos por minuto.
 
Por lo general las bradiarritmias tienen un pronóstico bueno si son tratadas, mientras que las taquiarritmias tienen un pronóstico más favorable si son supraventriculares que si son ventriculares.

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