viernes, 8 de noviembre de 2013

Minimizar la pausa predesfibrilación

Como ya sabemos, el retraso entre el cese de las compresiones torácicas y la administración de la desfibrilación debe ser recucido al mínimo; incluso un retraso de 5-10 segundos reducirá las posibilidades de éxito de la desfibrilación. Esta pausa, puede reducirse fácilmente a menos de 5 segundos manteniendo las compresiones durante la carga del desfibrilador y teniendo un equipo bien coordinado. El control de seguridad para asegurarse de que nadie toque al paciente en el momento de la desfibrilación debe realizarse rápida y eficientemente. 

El riesgo de que un interveniente reciba una desfibrilación accidental es insignificante y se minimiza aún más si los intervenientes llevan guantes. Tras la desfibrilación, deben iniciarse las compresiones torácicas inmediatamente. Por último, el proceso completo de la desfibrilación debería conseguirse con una interrupción de las compresiones torácicas de no más de 5 segundos.

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