La
valoración secundaria tiene como objetivo detectar y tratar otro tipo de
lesiones. La secuencia a seguir es la siguiente:
o
Historia clínica.
o
Valoración de constantes vitales.
o
Exploración física completa del paciente: cabeza, cuello,
tórax, abdomen, pelvis, extremidades, espalda.
Historia clínica.
La
entrevista para la obtención de la información,
si es posible se le debe realizar al propio paciente. Si no es posible
se realiza a través de los familiares o testigos.
Los
componentes de la breve historia clínica son: “O P U M A”
o
¿Qué le ha Ocurrido?, ¿Qué le ocurre?
o
Antecedentes Personales.
o
Última
comida, ingesta de alcohol o otras drogas.
o
Medicación
que toma habitualmente.
o
Alergias
que tiene.
Constantes vitales.
Las
constantes vitales a tener en cuenta son:
§ Frecuencia respiratoria.
Cuando sea muy elevada o baja no tiene que haber pasado desapercibida en la
valoración primaria.
§ Frecuencia cardiaca. Es un
dato importante cuando no se han detectado alteraciones en el paso “C” de la
valoración primaria, en caso contrario seguro que se encuentra alterada.
§ Tensión arterial sistólica.
Los
datos obtenidos con la exploración de las constantes vitales son fundamentales
para continuar posteriormente con la reevaluación continua del paciente, y de
esta forma poder determinar si la exploración ha sido correcta y las técnicas aplicadas lo han
sido de forma satisfactoria.
3.3. Exploración física completa.
-
Cabeza y cara.
§ Inspección: El socorrista
debe observar si hay signos que de forma indirecta hagan sospechar la
existencia de fracturas en lo hueso del cráneo o macizo facial, lesiones que
requieren un traslado sin demora al hospital de referencia. Estos signos son:
Þ
Hematomas periorbitarios (hematoma en antifaz alrededor de los
ojos)
Þ
Hematoma retroauricular (por detrás de las orejas)
Þ
Hematoma occipital.
Þ
Otorragias (hemorragias por la oreja)
Þ
Rinorragias (hemorragias por la nariz)
Þ
Salida de líquido cefalorraquídeo por nariz u oído
Þ
Scalp (ruptura de la piel de la cabeza asociada a hemorragia):
·
Palpación de toda la cabeza y cara para detectar puntos
dolorosos
·
Pupilas: tamaño, simetría, reacción a la luz.
·
Valoración neurológica: En algunas ocasiones la alteración del
nivel de conciencia es el único signo que hace sospechar que el paciente tiene
una lesión intracraneal como consecuencia del traumatismo.
-
Cuello:
Debe
sospechar lesión a nivel cervical siempre que el mecanismo por el que se ha
ocasionado la lesión haya generado suficiente energía como para producirla.
Inmovilizar la columna cervical en el paso “A” de la valoración primaria.
*
Inspección:
§ Heridas o lesiones evidentes.
§ Ingurgitación yugular
(hinchazón de las yugulares). Su
existencia, en el contexto de un paciente traumático, ha de orientar al
socorrista hacia la existencia de lesiones graves intra-torácicas, que
requieren rápida asistencia con medidas de soporte vital avanzado.
§ Palpación traqueal: Hay que
identificar si la tráquea ocupa su posición natural, la línea media del cuello,
o está desplazada hacia algún lado. Su desplazamiento indica la existencia de
un neumotórax (presencia de aire fuera del pulmón, dentro del tórax) importante
que requiere rápida asistencia con medidas de soporte vital avanzado.
§ Columna vertebral cervical:
La columna cervical se debe palpar antes de colocar el collarín cervical. El
objetivo es localizar puntos dolorosos que incrementen la sospecha de lesión
cervical. La no-existencia de puntos dolorosos no anula la sospecha de lesión.
- Tórax:
§ Inspección:
o
Heridas
o
Hematomas.
o
Áreas de tórax que realizan movimientos opuestos al resto del
tórax durante la inspiración y
expiración, “movimientos paradójicos”.
§ Palpación: de la parrilla
costal y esternón. Intente localizar la existencia de puntos dolorosos.
§ Enfisema subcutáneo. La
presencia de aire debajo de la piel, indica la existencia de una conexión entre
los pulmones y la piel. El socorrista debe sospecharlo cuando durante la
palpación encuentre zonas que crepiten al comprimir.
-
Abdomen:
§ Inspección:
o
Lesiones evidentes, heridas, hematomas.
o
Abdomen distendido (estirado). Este signo es difícil de
valorar en pacientes obesos y en embarazadas en estado avanzado de gestación.
§ Palpación:
o
Localización de puntos dolorosos.
o
Vientre en tabla. Abdomen que ofrece una gran resistencia a la
presión. Indica la existencia de una reacción del peritoneo por paso de la
sangre o contenido intestinal al abdomen. Es una lesión que requiere que no se
demore el traslado para acabar la valoración secundaria, ya que requiere
tratamiento quirúrgico urgente.
-
Pelvis:
La
exploración de la pelvis tiene como objetivo detectar probables fracturas en el
anillo pélvico. La importancia de su detección viene dada por las fuertes
hemorragias que se producen en este tipo de fracturas.
La
exploración consiste, mediante presión con las dos manos, en separar y
aproximar las palas ilíacas y ejercer presión sobre el pubis. Si estas
maniobras provocan dolor, el socorrista debe sospechar fractura en el anillo
pélvico y, no demorar el traslado. La exploración secundaria se termina durante
el traslado.
-
Extremidades:
§ Inspección: Signos evidentes
de lesión.
§ Palpación: Detectar puntos
dolorosos, descartar la existencia de posibles fracturas.
Hay
que recordar que a nivel prehospitalario no hay medios, ni muchas veces tiempo, para distinguir entre
los diferentes tipos de traumatismos cerrados, por lo que siempre hay que
sospechar el más grave, la fractura.
-
Espalda:
La
espalda a de ser explorada cuando el paciente es girado para incorporarlo a la
tabla larga de inmovilización.
·
Inspección. Lesiones evidentes.
·
Palpación. Buscar puntos dolorosos.
Criterios para interrumpir la valoración secundaria.
Los
criterios para interrumpir la valoración secundaria e iniciar el traslado si la
ambulancia está disponible son los siguientes:
·
Existencia de signos y/o síntomas en cabeza y cara que hacen
sospechar que el paciente tiene una lesión intracraneal.
·
Existencia de signos y/o síntomas en la valoración del cuello
que indiquen que el paciente presenta una lesión intratorácica.
·
Existencia de signos y/o síntomas que hagan sospechar que el
paciente presenta dificultades en la ventilación y/o en la respiración.
·
Existencia de signos y/o síntomas que hagan sospechar que el
paciente presenta una lesión intraabdominal.
·
Sospecha de fractura en pelvis.
·
Sospecha de fractura de 2 fémur o 3 huesos largos.
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